Unos diez millones de conejos y huevos de chocolate invaden las tiendas suizas para recordar a sus ciudadanos la llegada de la Semana Santa y de la Pascua, conmemoraciones religiosas poco celebradas en la Confederación Helvética.
Los huevos y conejos de chocolate son prácticamente los únicos símbolos de esas celebraciones religiosas -además de dos días de vacaciones- que se perciben en un país que ostenta el récord mundial de consumo de ese producto, con 11,6 kilos por persona al año.
Se calcula que durante la Semana Santa, el consumo medio de chocolate entre los suizos aumenta y casi alcanza el medio kilo por persona.
Además, es muy habitual dibujar y regalar huevos pintados con colores vivos, una tradición muy antigua ligada a la llegada de la primavera, temporada que en las gallinas suelen ponerse cluecas.